El presidente de Hungría, Viktor Orbán, implantó un impuesto extraordinario a las cadenas europeas no húngaras que operan en su país. Es el llamado impuesto sobre los ‘beneficios extras’.
La cadena de origen austriaco Spar es la más afectada al liderar el mercado húngaro, lo que provocó una reacción crítica contra el gobierno de Orbán y solicitó el amparo de la UE y de su país de origen -Austria-.
Spar ha conseguido su objetivo según publica el diario Daily News Hungary, ya que el Gobierno de Austria ha solicitado a la Comisión Europea de manera formal un procedimiento de infracción contra Hungría por este impuesto.
Este impuesto adicional supone que las cadenas europeas que operan en Hungría pagan un 4,5 por ciento extra, y Spar pagó durante 2023 la cantidad de 90 millones de euros extras, lo que le impide iniciar proyectos de desarrollo «a pesar de que necesitamos realizar mejoras en logística en Hungría», indican desde Spar.
El director ejecutivo de Spar, Hans Reisch, recuerda que «nuestra cadena se enfrenta a retos logísticos en Hungría, lo que requiere inversiones para seguir siendo competitiva».
Hungría es el primer destino internacional de la cadena Spar, pero esta cadena ha perdido competitividad «por disponer de un modelo obsoleto, lo que le provoca a tener precios altos», según Dániel Molnár, analista del Instituto Makronóm.