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Solo habrá agricultura ecológica entre 0,5 y 1,5 kilómetros del Mar Menor

Solo podrá haber agricultura ecológica a entre 0,5 y 1,5 kilómetros del Mar Menor, han consensuado este miércoles el PP, el PSOE y Cs para enmendar el proyecto de Ley de Protección Integral de esa laguna salada que se debate.

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Los partidos explican que la franja libre de fertilizantes se amplía en un kilómetro respecto a lo establecido en el decreto ley que ahora se tramita como proyecto de ley para poder enmendarlo gracias a que Cs, socio de Gobierno autonómico del PP, así lo decidió en la Cámara.

Se prohibirán todo tipo de fertilizantes químicos, estiércoles no compostados y abonos en verde y la fertilización ecológica permitida no podrá superar los 170 kilos de nitratos por hectárea y año en esos 1.500 metros de terreno hasta la línea de costa.

Tampoco se podrán implantar en ellos nuevos invernaderos o ampliar los ya existentes.

El riego de la agricultura ecológica a partir de 500 metros del mar habrá de ser por goteo y las parcelas tendrán que destinar el 20 % de su superficie a setos, filtros verdes, humedales o espacios forestales para crear un cinturón de vegetación que proteja la laguna salada.

Se prohíben en esa franja los cultivos que favorecen las escorrentías con sedimentos que llegan al Mar Menor en épocas de lluvias intensas, como las gotas frías de otoño, los que no tengan derechos consolidados de riego y los que posean un exceso de nitrógeno por las prácticas agrarias empleadas.

Los partidos se han congratulado de haber pactado más del 80 % de las enmiendas registradas al proyecto de ley y se han comprometido a evitar que se discutan en el pleno las que cuenten con su acuerdo.

Los nitratos, fosfatos, nitrógeno y fósforo de los abonos agrícolas que llegan por ramblas causaron en 2016 la desaparición del 85 % de la vegetación bentónica.

Y con ella, la de todos sus organismos asociados, debido a la eutrofización derivada del sobrecrecimiento del fitoplancton alimentado por esos nutrientes, que impidió que la luz llegara al fondo del Mar Menor y que plantas como la posidonia que forman praderas hicieran la fotosíntesis.

Tras las riadas de septiembre, en octubre de 2019 murieron toneladas de peces y otros animales marinos por falta de oxígeno en el agua.