Han asegurado que no entienden la estrategia de la gran distribución que, según sus datos, ofrece «mayoritariamente patata vieja francesa». Para las organizaciones andaluzas, esta situación ha supuesto ya unas pérdidas de 50 millones de euros en esta campaña, en la que se está pagando la patata a 0,20 euros/kg de media, «cuando los costes de producción se sitúan en 0,30euros/kg.
A su juicio, es un engaño a los consumidores la venta de patata vieja francesa en los lineales de la distribución española «cuando en su publicidad alardean de ofrecer productos locales». En el comunicado también expresan su sorpresa por que sea el mercado centroeuropeo el principal destino de la patata nueva de Andalucía, «de máxima calidad».