La inflación no conoce límites en el Reino Unido y la alimentación y las familias más vulnerables están abandonando los consumos racionales para acudir a los consumos más accesibles.
La demanda de frutas y hortalizas se hunde y se opta por productos manufacturados más económicos como los lácteos, las carnes y las chacinas.
Y por este motivo, Simon Roberts, CEO de Sainsbury´s, ha recalcado que los beneficios que la cadena tiene en otros departamentos se están dirigiendo a paliar o a minimizar los precios de los alimentos frescos. Roberts se refiere a los beneficios que Sainsbury´s tiene en el negocio financiero o en la venta de combustibles, se «están redirigiendo a ofrecer los alimentos y los productos frescos más económicos posible».
Y estos comentarios se producen cuando el pasado 3 de julio los parlamentarios británicos acusaban a las cadenas británicas de estar utilizando a los automovilistas como «vacas ordeñadas» al descubrir que todas las cadenas estaban cobrando más a los conductores en el combustible.
Morrisons fue la primera en contestar y decir que «el modesto aumento en el precio de los combustibles servía para amortiguar el precio de los alimentos».
La inflación en Reino Unido superó el 11 por ciento durante el mes de junio, alcanzando el 18 por ciento en los alimentos, aunque Roberts recordó que la inflación ha empezado a caer y «seguirá cayendo rápidamente, incluido los alimentos frescos».
