La ganadora de la categoría Energía del concurso «Vive conCiencia 2017» indicó que urge empezar a utilizar biocombustibles de segunda generación ya que los de primera no resultaron ser del todo respetuosos con el medio ambiente y «trajeron también grandes problemas sociales y ambientales».
El bioetanol es un ejemplo de ello ya que «se produce a partir de fuentes de carbohidratos mediante la fermentación microbiana, especialmente por la levadura Saccharomyces cerevisiae».
La biomasa lignocelulósica con la que se origina este combustible -que propone una alternativa al monopólico consumo de los combustibles fósiles- no competiría con los cultivos alimentarios.