Bruselas había solicitado extender el plazo de la ratificación, inicialmente prevista para antes del 28 de febrero, ante las quejas de algunos miembros del Parlamento Europeo, que demandaban más tiempo para poder someter el texto a escrutinio.
El ministro del Gabinete británico, Michael Gove, subrayó en una carta dirigida al vicepresidente de la Comisión Europea para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, que la aplicación provisional del tratado no es la opción que prefiere Londres, dada la «incertidumbre que crea para individuos y empresas».
Si bien el Reino Unido acepta la petición de Bruselas, espera que la UE «satisfaga sus requisitos internos» antes del 30 de abril y «no se solicite otra extensión».
Ambas partes se encuentran al mismo tiempo en una negociación sobre los controles aduaneros que se han establecido entre la región británica de Irlanda del Norte y la isla de Gran Bretaña tras el Brexit.
El Gobierno británico ha pedido que se extienda al menos hasta 2023 una moratoria que caduca entre marzo y junio de este año para permitir a las empresas que se adapten a los nuevos requisitos.
El comité conjunto establecido entre ambos lados del canal de la Mancha para vigilar el cumplimiento del acuerdo de salida del Reino Unido de la UE se reunirá mañana por videoconferencia para abordar ese asunto, entre otros.
El comité estará presidido en el lado británico por Gove, si bien se espera que a partir del 1 de marzo sea David Frost, el que fue negociador del Brexit para Londres, quien esté al frente de ese foro.