El balance de la primera mitad de campaña ha sido «bueno» para el melón y «muy bueno» para la sandía castellanomanchega, ha asegurado el presidente de la Interprofesional de la Sandía y el Melón de esta región, Cristóbal Jiménez, una organización que agrupa a productores y comercializadores y que hoy celebra su quinta lonja de precios.
La satisfacción se debe en gran medida al buen comportamiento de las exportaciones a otros países comunitarios en agosto, que han subido del 35 % de la producción en 2019 hasta cerca del 45 % en lo que va de temporada.
«Los europeos están comiendo la misma sandía que si estuvieran aquí, porque se está disparando la exportación», ha afirmado Jiménez, quien explica que los pedidos han crecido «de forma alarmante» con las subidas de temperaturas en Europa, sobre todo en Francia, Reino Unido, Holanda, Alemania y Luxemburgo.
Las estimaciones de la interprofesional pasan por una producción de total de campaña -que «finalizará previsiblemente, como todos los años, para la virgen del Pilar» (12 de octubre)- en torno a las 180.000 toneladas de sandía (2.719 hectáreas plantadas, 84 ha más que en 2019) y 200.000 toneladas de melón (5.854 ha, -6 %).
Ha explicado que los buenos precios -29,32 céntimos/kg para el melón extra y 27,32 céntimos/kg para la sandía en la cuarta lonja de referencia, que se celebra en Manzanares (Ciudad Real)- suponen un 20 % y un 40 % más, respectivamente, que en la misma sesión del pasado ejercicio.
En Castilla-La Mancha no ha faltado mano de obra ni para las diferentes fases de plantación ni para las de recolección; tampoco se han producido rebrotes, tan solo algún «foco puntual» en almacén de positivos por covid, ha comentado antes de afirmar que el sector sigue «estrictamente todas las recomendaciones de higiene laboral».
En Murcia, «la campaña ha sido complicada», según el secretario de Agricultura y Agua de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Antonio Moreno, ya que la región se ha encontrado en julio con una «producción elevada que no se vendía por las malas temperaturas en Europa, donde el consumo cayó en picado».
«Julio, el mes de más producción, ha sido un desastre, ya que mucha producción se tuvo que vender al 50 % del precio de coste», ha lamentado Moreno, quien ha indicado que los episodios de pedrisco en el Campo de Cartagena y el valle del Guadalentín de finales de mayo y primeros de junio afectó de lleno a 60 de las 3.500 ha de la zona.
Los invernaderos almerienses, que dan el pistoletazo de salida de la campaña española todos los años, se ha saldado en 2020 con un «resultado positivo para la sandía y el melón, según la asociación de organizaciones de productores Coexphal.
Los datos de esta organización relativos a la sandía arrojan una caída de la comercialización del 16 % -creció un 12 % en 2019-, debido a una menor oferta -«lo que ha repercutido en los precios, que subieron un 40 %-, y un repunte del 20 % en los ingresos, lo que ha duplicado el margen respecto a la campaña de 2019″.
Respecto al melón cultivado bajo invernadero, el balance de Coexphal pasa por un recorte de la producción del 13 %, un aumento del precio de venta del 40 % y un alza de los ingresos medios del 22 %», lo que ha provocado que el margen casi se duplique respecto al obtenido el año anterior.
