Nuestro país es, además, el segundo Estado europeo en términos de extensión agraria y el octavo exportador agroalimentario mundial. Y en cuanto a la ciencia, también está bien posicionada: en el campo agrario y biotecnológico, en 2014 fue el octavo país del mundo en publicaciones de alta calidad y el noveno en producción.
Es más, tiene una importante red de organismos públicos punteros en investigación: 20 centros agrarios adscritos al CSIC, 17 regionales coordinados por el INIA, 37 universidades con actividad en biotecnología así como otros 32 parques científicos y tecnológicos.
Sin embargo, como matiza el presidente de Biovegen, José Pellicer, «tenemos serios problemas de transferencia de conocimiento, mucho más graves si cabe que en el conjunto de la economía». Efectivamente, la estadística así lo avala: en 2015 sólo un 12,81% de las empresas españolas pudieron ser catalogadas como innovadoras, porcentaje que en el caso agrario llega al 4,85%, acaparando sólo el 1% de la inversión global en I+D.
Son éstos sólo algunos de los datos que figuran en el documento ‘Análisis del Sector Agroalimentario y propuestas de mejora en I+D+i’ que Biovegen tiene previsto presentar el próximo jueves, 19 de octubre, en una jornada enmarcada en el transcurso de Fruit Attraction 2017. Al evento, organizado por esta plataforma público-privada dedicada a armonizar ciencia, empresa y financiación de proyectos, ya han confirmado su presencia más de 250 empresarios del sector e investigadores de hasta 40 centros. Se expondrá este informe, se someterá a debate en una mesa redonda y sobre todo, se discutirá al detalle sobre las propuestas de mejora señaladas.