El descenso interanual del 21 % en enero y febrero (13,4 millones de toneladas) de los graneles sólidos, como pueden ser el azúcar, el cemento, los fertilizantes o los minerales de aluminio, lastró los datos del tráfico portuario, ya que la mercancía de carácter general (el grupo más importante con 44,7 millones de toneladas), creció un 3,8 % y los graneles líquidos (30,17 millones de toneladas) aumentaron un 2,8 %.
Las mercancías en tránsito, con destino a terceros países, y el embarque de vehículos industriales cargados de mercancías (tráfico ro-ro) se mantuvo estable, con leves incrementos del 3,48 % y 2,62 %, respectivamente.
El tráfico de pasajeros, antes de decretarse las restricciones de movilidad, continuaba creciendo a un ritmo del 6,98 %, por encima de los 4 millones de personas transportadas por vía marítima.
El Ministerio subraya que el impacto de la crisis del coronavirus sobre los tráficos portuarios se dejará notar en las estadísticas de marzo y siguientes.
Actualmente, la actividad portuaria continúa «con razonable normalidad para asegurar el abastecimiento de productos a la población», añade la misma fuente.