El proyecto Sustainable Plant Protection Transition: A Global Health Approach, código 862568, que acaba de comenzar y en el que participan un consorcio de institutos de investigación y universidades de 11 países europeos junto con colegas en Argentina y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desarrollará una serie de herramientas de evaluación de riesgos para la salud mundial con el objetivo de evaluar el impacto de los plaguicidas en la salud humana y los efectos adversos en las plantas, los animales y los ecosistemas.
SPRINT pondrá en común el conocimiento y los datos de toda Europa para encontrar formas de mejorar el uso sostenible de plaguicidas trabajando con agricultores y legisladores, los investigadores encontrarán formas de apoyar una transición hacia una protección vegetal más sostenible.
«Estamos muy contentos de comenzar este proyecto, que responderá a muchas preguntas de vital importancia para los ciudadanos europeos”, comenta la investigadora Josefina Contreras.
«Con la ayuda de este proyecto y de los agricultores estamos seguros de que juntos podemos ayudar a los reguladores y responsables políticos a tomar decisiones bien informadas para introducir soluciones más sostenibles en las prácticas agrícolas», explica el investigador Francisco Alcón.