En el caso de Castellón, se ha perdido entre el 40 y el 50 por ciento de la cosecha de clemenules, según el presidente de FEPAC-Asaja, Néstor Pascual. A finales de enero las exportaciones habían caído respecto a la campaña anterior un 1 por ceinto en volumen y un 5 por ciento en valor, cifra significativa teniendo en cuenta que el aforo citrícola de la Comunidad indica que la producción de la campaña será un 23 por ciento superior a la pasada.
La situación es más grave para los productores de mandarinas, con descensos acumulados del 1 por cient en volumen y del 9 por ciento en valor de la producción exportada. Los representantes agrarios han coincidido en calificar como mala la campaña citrícola, que tuvo un inicio «desastroso» aunque en la segunda parte hay perspectivas de recuperación por una mejora de los precios desde enero en las variedades tardías.
«Lamentamos que ni la Generalitat, ni el Gobierno de España ni la Unión Europea entienda este desastre y no haya movido pieza para ayudar ni legislar en la cadena comercial», ha asegurado el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado.