Latinoamérica

Productores argentinos hacen un frutazo para pedir medidas contra la crisis

Decenas de productores frutícolas de la Patagonia Argentina regalaron este martes unas 35 toneladas de fruta en Buenos Aires frente a la Casa de Gobierno, para visibilizar la crisis que sufre el sector y reclamar la intervención del Estado, ya que producir se ha vuelto «imposible» entre costes e impuestos.

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«Hoy un kilo de manzanas se está pagando a 6 pesos (0,14 dólares) y producirlo cuesta el doble», cuenta a Efe Mauricio Galeano, uno de los productores de peras y manzanas que llegó de la provincia sureña de Rio Negro para participar en el «frutazo».

Los costes de producción, la presión impositiva y retenciones a la exportación que experimenta el sector, según Galeano, han hecho que hoy sea «imposible producir», en el marco de la delicada situación económica del país, en recesión y con una alta inflación.

«Chile tiene un presión impositiva sobre los productos primarios de un 2 % y, en lo que es la pera y la manzana, acá en la Argentina estamos hablando de un 32 %. La verdad es que así es imposible competir hasta internacionalmente. Nos cuesta salir afuera porque somos los más caros del mundo para producir», explicó a Efe Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores de Frutas en las provincias sureñas de Río Negro y Neuquén.

Por esta razón, además del 4 % de retención a la exportación con el que tienen que lidiar los productores, reclamarán al Gobierno medidas les garanticen cubrir sus costes durante dos jornadas de negociación.

«Le pedimos al Estado que intervenga y que de una manera asegure que el productor cubre sus costes de producción, que la cadena se lo permita y que de esa manera le productor reciba lo que le corresponde, pero también meternos en la comercialización directa, que vaya directamente de productor al consumidor», explicó Hernández.

Por una parte, reclaman que el Estado prorrogue el endeudamiento de los productores, el cual no se inició en este Gobierno según los manifestantes.

Por otra, también piden que el Gobierno diseñe un plan de sanitario para que el productor pueda llegar a la temporada 2020 con un producto de calidad y sano.

Esta falta de rentabilidad por parte del productor ha provocado que «no exista un recambio generacional».

«El promedio de edad de lo productores frutícolas es de 65 años. Son pocos los jóvenes que están quedando en la actividad y que hacen el esfuerzo diariamente de poder seguir subsistiendo en esta actividad», explicó Hernandez, tras señalar que hace unos 15 años eran 9.000 productores en la zona y hoy tan solo cuentan con alrededor de 1.500.

«Yo que sigo en esto por sentimiento, porque la chacra (la finca) donde estoy la pisó mi bisabuelo, mi abuelo. Entonces es una cuestión de sentimiento por lo que sigo en esto, no por otra cosa», aseguró Galeano, que ve cómo los compañeros del gremio van desapareciendo ya que los sueldos de otros negocios que se generan en la provincia, como la extracción de petróleo, son mejores que tener un terreno propio para cultivo.