Los costes de producción de la horticultura intensiva bajo plástico durante el ejercicio 2023-2024 descendió un 3,6 por ciento, lo que supone un alivio tras incrementos de un 15 por ciento de hace dos campañas.
Es un alivio pero «la estructura de costes actual ha llegado para quedarse y con los precios conseguidos en esta campaña volvemos al escenario de hace dos años, donde los ingresos se encuentran por debajo de los costes», recordó Juan Antonio González, presidente de Coexphal, durante el acto de presentación ‘Seguimiento de campaña: septiembre 2023-junio 2024’, que tuvo lugar en las nuevas instalaciones de Coexphal.
La berenjena fue el cultivo donde los costes más se redujeron y lo hicieron en un 4,7 por ciento, pero no compesaron mucho, porque la berenjena fue el cultivo que tuvo peor comportamiento durante la campaña pasada.
El precio de la berenjena se desplomó un 33 por ciento y quedó cifrado en una media de 0,49 euros. No ha sido un buen año para los efectivos productivos del otoño, porque descendieron todas las liquidaciones medias y lo hicieron en cifras cuantiosas.
El pepino lo hizo en un 23 por ciento hasta alcanzar los 0,70 euros por kilogramo, frente al descenso del 21 por ciento del pimiento -0,97 euros por kilo- o el 20 por ciento del tomate y un 19 por ciento del calabacín -0,58 euros por kilogramo-.
Preocupa a los empresarios almerienses que esta historia se repita, porque la estructura de costes no va a sufrir grandes cambios a la baja en los próximos años.
Los beneficiados
Mientras los efectivos productivos del otoño ofrecieron calabazas en todos los sentidos, los dos cultivos de primavera -melón y sandía- recogieron mejores sensaciones.
La sandía incrementó su liquidación un 28 por ciento y su negocio un 29 por ciento, mientras que en melón el incremento fue del 13 por ciento en la liquidación y un ocho por ciento en los ingresos por la actividad.
La sandía alcanzó una liquidación del 0,72 euros. Un incremento considerable por la buena calidad de la sandía, ya que «hemos tenido unas temperaturas mínimas durante marzo de 14-15 grados y ha beneficiado a un buen cuaje y buena calidad de la fruta.
Además de la buena calidad de la fruta, se sumó un final de primavera agradable de tiempo en Europa y una fuerte reducción de la superficie de sandía Dumara en Marruecos, que facilitó el ingreso de la sandía almeriense en los mercados.
El melón es otra historia porque aunque las liquidaciones mejoraron, la superficie sigue a la baja. Durante la campaña pasada sólo se produjeron melón en algo más de 1.000 hectáreas frente a las más de 10.000 hectáreas de la sandía.
