El compromiso de ILIP con la sostenibilidad sigue renovándose. Desde 2002, la empresa del grupo ILPA ha intensificado sus políticas ambientales basadas en principios de reducción, reciclaje y recursos renovables.
Con el Plan de sostenibilidad empresarial 2020-2022 y las políticas de RCS, ILIP ha dejado constancia por escrito de sus objetivos de mejora: reducir su impacto ambiental en toda la cadena de valor, desde la entrada de materia prima en las plantas de producción hasta la logística, incluyendo aspectos como la salud y la seguridad de trabajadores y consumidores.
Se trata de un planteamiento de sostenibilidad amplio que parte del código ético de la empresa y se inspira en los Objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para concienciar a todo el ecosistema de producción para que tome decisiones conscientes, incluidos proveedores, clientes y, si es posible, consumidores finales.
ILIP garantiza la supervisión de sus operaciones
De hecho, se han definido indicadores clave de rendimiento (KPI) para el sistema de gestión integrado que permiten controlar la evolución de los procesos y los compromisos de la empresa, y que consideran que la sostenibilidad ambiental es un elemento decisorio equiparable a los aspectos técnicos y económicos. Pero esto no es todo, porque además incrementa la obligación de la empresa de reducir los accidentes y las enfermedades profesionales gracias al desarrollo constante de una cultura empresarial de prevención de riesgos, que integra la gestión de la salud y la seguridad en todos los procesos de la empresa.
En el marco de estos esfuerzos, a lo largo de 2021 se pondrá en funcionamiento un nuevo almacén automático con agotamiento de oxígeno y capacidad de 60 000 espacios para palés. Al estar situado al lado de la planta de producción, se eliminará el traslado a almacenes externos, lo que solo en 2019 ha supuesto más de 280 000 km, y se ayudará a evitar la emisión de cerca de 300 000 kg de CO2.
La disminución del impacto ambiental de ILIP incluye la reducción del uso de materia prima en la producción de embalajes para alimentos. ILIP trabaja desde 2010 para aligerar sus productos sin renunciar al aspecto práctico, a la seguridad y la higiene, evitando el uso de más de 4000 toneladas de materia prima.
Miembro desde 2012 de Save Food, la iniciativa de la FAO contra el desperdicio de alimentos, ILIP también apuesta por la investigación y el desarrollo para diseñar embalajes que permitan aumentar la duración de los productos envasados con el fin de reducir el desperdicio de alimentos.
Además, la empresa lleva años comprometida con la transición a la economía circular de PET. Para producir embalajes para alimentos, la empresa recicla cerca de 30 000 toneladas de PET posconsumo al año en un sistema cerrado, lo que evita la emisión de 75 millones de kg de CO2 y garantiza el origen y la trazabilidad de la materia prima secundaria procesada. La autorización concedida en 2014 por la EFSA permite producir embalajes para el contacto directo con los alimentos que contienen hasta el 100 % de PET reciclado.
“Somos uno de los pocos grupos europeos que puede garantizar un control total y un ciclo cerrado en el reciclaje de PET en todas las fases que se requieren para fabricar un embalaje para alimentos nuevo de rPET, desde la selección del material posconsumo, al lavado, la trituración, la extrusión y el termoformado. Nuestra visión de futuro se reduce a asegurar la transición total de la economía lineal actual a la economía circular en el ámbito de los embalajes para alimentos” – afirma Roberto Zanichelli, Business Development & Marketing Director de ILIP.