La postura pactada por los Estados miembros mantiene las líneas generales de la propuesta inicial que presentó la Comisión Europea el pasado marzo, con un recorte de las emisiones medias del 45 % para los nuevos vehículos en 2030, un incremento respecto al 30 % de la normativa vigente, y a continuación un 65 % en 2035 y un 90 % en 2040.
«Los ciudadanos merecen vivir en un entorno más verde y saludable, y ahora estamos un paso más cerca de este objetivo. Al mismo tiempo, estamos asegurando la competitividad de la industria, al aclarar el camino para nuevas inversiones», declaró en un comunicado la vicepresidenta tercera y ministra española para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.
Los Veintisiete, según su postura común que tendrá que pactarse aún con la Eurocámara en su versión definitiva, introducen cierta flexibilidad en la implementación de la regulación, como una excepción para los pequeños fabricantes, vehículos utilizados en minería, silvicultura y agricultura.
También proponen conceder un trato especial a los vehículos utilizados por las fuerzas armadas, servicios de bomberos, protección civil, orden público, atención médica y vehículos vocacionales como camiones de basura.
Entre las modificaciones incorporadas a la propuesta del Ejecutivo comunitario, los Estados miembros modificaron la definición de «vehículo pesado de emisión cero» pero manteniendo dentro a los vehículos de hidrógeno, y propusieron una nueva categoría para incluir camiones de combinación extra pesada para tener en cuenta mejor sus características, precisó el Consejo.