Los alemanes son los únicos europeos que están por encima de los neerlandeses en consumo per cápita de espárrago en toda Europa. Las cifras de 2023 le sitúan en una demanda de 900 gramos per cápita, según la consultora GroentenFruit Huis.
La demanda se consolida pero no hay expectativas de que crezca, ya que el nivel de penetración lleva descendiendo desde 2021 y hoy el 36 por ciento de los hogares holandeses sigue siendo fiel.
El año más alto de penetración fue en 2020, donde se alcanzó el 38 por ciento, desde entonces el interés de los holandeses ha ido descendiendo.
Holanda cuenta con unas 2.700 hectáreas de cultivo de espárrago blanco, de los que el tres por ciento son ecológicos.
Países Bajos es un productor exportador, aunque el 51 por ciento de la oferta holandesa finaliza en el mercado doméstico y el resto se exporta con Alemania como el destino internacional más importante.
El mercado neerlandés realiza importaciones y tiene a Perú como el origen más importante al acaparar el 56 por ciento de las entradas internacionales, seguido del 21 por ciento del origen mexicano.
La oferta española sólo supone el cuatro por ciento de las entradas y son de espárrago verde.
Aunque el espárrago blanco es mucho más consumido, el informe de GroentenFruit Huis recuerda que el verde ya supone el 25 por ciento de la demanda, lo que supone cinco puntos más que en el ejercicio 2018.