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Organizaciones agrarias demandan medidas compensen subida precio de gasóleo B

Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han pedido al Gobierno que retome las medidas ya puestas en marcha en otras ocasiones para compensar la actual subida del gasóleo B (agrícola), ahora un 36 % más caro que hace un año, y que se traslada en gran medida a fertilizantes, herbicidas o plásticos.

El precio del gasóleo B se sitúa hoy de media en 0,85 €/l, una cifra más baja que los 0,91 €/l a los que cotizó ayer, 24 de junio, y que está más cerca de su máximo histórico (1,12 €/l), según ha precisado a Efeagro el director adjunto al presidente de Asaja, Juan José Álvarez.

«La subida del gasóleo B ha sido muy grande en el último año y su precio siempre está ligado al del barril de petróleo, que ha pasado en doce meses de 48,48 a 75,13 dólares», ha explicado Álvarez, quien ha criticado que cuando el precio del crudo baja no se traslade de forma proporcional al gasóleo de uso agrícola.

Asaja propone que «el Gobierno estudie medidas efectivas para reducir los incrementos del precio del gasóleo agrícola» como, por ejemplo, «la posibilidad de reducir el 35 % de la factura del gasóleo y el 15 % de la de fertilizantes y plásticos en el IRPF como se hizo en 2008 y con vigencia durante varios años».

Desde COAG, su coordinador general en Castilla y León, Aurelio Pérez, ha señalado que «si se comparan las facturas de hace un año con las de ahora, se puede constatar una diferencia de precio superior al 28 %, que sube al 36 % debido al recorte en la devolución del impuesto especial de hidrocarburos».

Pérez ha indicado que la subida del precio del gasóleo va a incidir de forma sensible en la rentabilidad de los cultivos, sobre todo de aquellos que necesitan regadío a través de motores de gasóleo, así como en el precio de fertilizantes, herbicidas y plásticos.

«Somos un sector primario que no utiliza el gasóleo para ocio, sino para trabajar, y lo necesitamos a unos precios que nos permita tener rentabilidad en las producciones», ha advertido Pérez, quien ha apostado por «políticas con efecto de regulación que mantengan unos precios razonables».

Por su parte, el secretario general de UPA Joven de Castilla y León, Ventura González, ha cifrado entre 1.200 y 1.300 euros el coste de riego actual de una hectárea de cereales, maíz, patata, cebolla o remolacha, frente a los 900 o 1.000 euros que costaba hace un año.

Esta subida, que se ha debido directamente al incremento del precio del gasóleo agrícola, es «un despropósito que hace aún más ajustados los costes de producción en un momento de labores de regadío, siega y empacado en las que aumenta el consumo de gasóleo», ha apuntado.