El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha dicho este miércoles que el borrador del Plan Hidrológico del Tajo «es el fin de la Región de Murcia, de nuestro modelo productivo y de que Murcia pueda seguir aportando a la balanza comercial de España».
El presidente murciano afirmó que el cambio en la planificación hidrológica «no atiende a elevar el caudal ecológico del Tajo, atiende a elevar el caudal ideológico de un ministerio y de un gobierno que es bastante sectario porque ha tomado esta decisión sin diálogo» y sin atender las peticiones de los regantes y agricultores.
López Miras envió ayer una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quejándose por la decisión adoptada «de forma unilateral y atendiendo sólo a cuestiones políticas y a ni una cuestión técnica», lo que contrasta, según el jefe del Ejecutivo murciano, con la apelación de Sánchez a la concordia, el entendimiento y el diálogo.
Auguró que para el año 2027 el trasvase del Tajo «tendrá la muerte prácticamente decidida» afectando no solamente a la agricultura, sino al abastecimiento humano de 2,5 millones de personas con la consiguiente subida de la factura del agua en aproximadamente un 70 por ciento».
Propuso además que en otras autonomías por las que transcurre el Tajo hagan lo mismo que se ha hecho en Murcia, donde la reutilización del agua depurada alcanza el 98 por ciento, cuando la media nacional es del 7 por ciento y la media europea no supera el cuatro por ciento.
Para López Miras, España posee una masa hídrica suficiente para atender todas las necesidades, sin embargo, «se arrojan diariamente al mar miles de hectómetros cuando hay territorios que necesitamos agua para subsistir».
Tras mantener un encuentro con el presidente andaluz hace unas semanas, López Miras está pendiente de otra reunión con el presidente valenciano, Ximo Puig, para coordinar acciones en lo que el presidente murciano considera una «cuestión de Estado» y no una «nimiedad como algunos están diciendo».