El consejero en funciones de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Antonio Luengo, ha demandado cambios en la legislación europea que permitan un mayor uso de drones en tareas agrícolas.
Luengo ha explicado que el uso de drones “presenta ventajas ambientales, como es la no utilización de energías fósiles, la nula compactación del suelo y una menor contaminación por deriva, además de reducir el riesgo sobre los operarios”.
Luengo ha pedido a la Comisión Europea legislar favorablemente sobre su utilización, así como el registro de las condiciones de aplicación para asegurar la eficacia de los tratamientos a las empresas de productos fitosanitarios.
Igual que una aeronave
Las aplicaciones con drones tienen la misma consideración que una aplicación con una aeronave (avioneta o helicóptero), estando prohibidas con carácter general salvo que se puede demostrar que los beneficios medio ambientales y de la salud de los aplicadores sean superiores respecto a una aplicación terrestre. Además, el producto fitosanitario debe estar específicamente autorizado para aplicación aérea y sea aprobado por la administración un plan de vuelo.
Según explican desde el Gobierno regional, el empleo de drones puede servir para acceder a zonas anegadas y aplicar tratamientos urgentes ante situaciones como las lluvias torrenciales que han afectado a los campos de la Región en las últimas semanas.
Entre las ventajas del uso de drones están el incremento de la producción en al menos un 10 %, el ahorro de entre 500 y 1.000 litros de agua por hectárea, y aplicación y una reducción de la toxicidad por químicos del aplicador del 100 %.