Los compradores de esos cinco negocios deben ser «independientes» a ChemChina y Syngenta, «así como tener la capacidad de mantenerse como competidores viables», precisó la Cofece, que deberá participar en la evaluación del potencial comprador.
Según el pleno de la Cofece, ChemChina «obtendría una alta concentración en estos mercados» con una fusión en los términos planteados inicialmente. Además habría barreras a la entrada para nuevos competidores relacionadas con la inversión y el tiempo requeridos para desarrollar nuevos productos químicos.
La operación implicaría una reducción importante de las alternativas que tienen los agricultores para proteger sus cultivos de distintas plagas nocivas, un aumento en los precios de algunos herbicidas y fungicidas, y en consecuencia mayores costos para su actividad, argumentó.