Así lo han informado este miércoles fuentes de la cadena, que en los últimos días ha inaugurado dos centros en la provincia de Valencia (Aldaia y L’Alqueria de la Comtessa, en Gandía) y uno más en el municipio madrileño de Parla.
Además, ultima la apertura de otra tienda en Valencia, concretamente en la localidad de La Pobla de Vallbona.
Responsables de la empresa ya avanzaron en febrero que su objetivo es llegar a los cien establecimientos en un plazo de cuatro años, para lo que utilizarán una estrategia basada en un modelo de supermercado espartano, inspirado en lo que en sus inicios pudieron ser Lidl o Aldi.
La compañía promete ofrecer precios entre un 10 y un 20 % más bajos que sus competidores contrayendo al máximo los costes; eso incluirá vender producto directamente en palés, que sus tiendas apenas tengan personal y negocian con los proveedores para probar formatos más grandes si así consiguen vender más barato.
La apuesta de MERE supone ir a contracorriente en el mercado español, ya que en los últimos años la mayor parte de las cadenas ha destinado grandes inversiones a la mejora de sus tiendas para hacerlas más atractivas, una vez superada la crisis vivida entre 2008 y 2012.