Las reuniones tuvieron lugar en la sede de la Cancillería Argentina, en Buenos Aires, y estuvieron encabezadas por Victorio Carpintieri, subsecretario del Mercosur y Negociaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina y Jan Farberg, director general del Ministerio de Comercio, Industria y Pesca de Noruega, por parte de la EFTA.
Según señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina en un comunicado, el objetivo es procurar un «acceso efectivo, mutuo y equilibrado» al mercado de bienes, servicios, inversiones y compras gubernamentales, articulando de «manera satisfactoria» los intereses de cada lado.
«La Argentina y el Mercosur esperan que un acuerdo con la EFTA facilite nuestras exportaciones a ese mercado y estimule la atracción de inversiones originarias de los países que integran la asociación», destacó la Cancillería del Gobierno de Mauricio Macri, ostenta la presidencia semestral del Mercosur.
Las partes, «aproximándose a la instancia final de la negociación», han consensuado un nuevo intercambio de ofertas para comienzos de junio.
La próxima ronda está prevista para ese mes en Ginebra.
«Cabe resaltar que durante esta VIII ronda se realizó un progreso considerable, quedando concluidos siete de los trece capítulos que componen la negociación», añade el texto difundido.
Los países que integran la zona de libre comercio de la EFTA (Islandia, Noruega y la unión aduanera conformada por Suiza y Liechtenstein) configuran un mercado de unos 14 millones de habitantes.
Las exportaciones del Mercosur -integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay- hacia esos países superan los 3.000 millones.
Argentina recuerda que la primera ronda con la EFTA tuvo lugar en Buenos Aires en junio de 2017 y el «rápido avance de las negociaciones» permitió concretar siete rondas más en menos de dos años