Hay una ligera reducción con respecto a las cifras de 2020, pero los valores siguen estando por encima de los alcanzados en 2019.
El gasto en hortalizas superó los 9.000 millones de euros, un descenso del 1,8 por ciento con respecto a 2020. El mayor descenso se registró en patata con un 10 por ciento menos y el gasto de tomate se redujo en más de un cinco por ciento.
El gasto en frutas frescas se incrementó en un 3,1 por ciento con respecto a 2020 y palió el descenso global.