En los últimos años, Francia ha reducido sobremanera la entrada de hueso de Marruecos hasta situarse por debajo de las 2.000 toneladas y tener que recurrir a Rusia y Arabia Saudita, y a mercados secundarios como Mauritania o Senegal.
El objetivo de este año es volar más hacia la UE.
Más información en el número 495 de la revista F&H.