La inteligencia artificial (IA) no llega a los niveles de inteligencia que muchos profesionales persiguen y «es tonta y no siempre identifica correctamente y busca patrones no apropiados para identificar la demanda del usuario», expresó el tecnólogo Manuel Valverde durante el III Encuentro Brandt, ante un aforo lleno.
El profesional descubrió la evolución de la inteligencia artificial en la agricultura, que empezó de manos de las casas de semillas, y señaló a Monsanto como la primera empresa que optó por trabajar con inteligencia artificial.
No obstante, puso varios ejemplos del desarrollo de la inteligencia artificial en agricultura, como la automatización del proceso de confección en una firma holandesa que provocará «despidos por parte de las manipuladoras», recordó el ejecutivo, haciendo mención al principal problema que tienen muchas empresas con sus empleados cuando cumplen «50 años, con lesiones crónicas en las mujeres, mermando el resultado de las empresas».
Y también puso como ejemplo de inteligencia artificial la firma almeriense Grodi Tech, empresa que está monitorizando los cultivos bajo invernadero.
