Lo normal es cargar en España, descargar en algunas de las plataformas de las cadenas de supermercados en el Reino Unido y volver a España o Francia con otra carga de productos no frescos.
Pero desde hace varias semanas, la dinámica ha cambiado. Los transportistas españoles llevan productos frescos desde España hasta Reino Unido, pero una vez allí en la isla, sus agencias lo envían a recorridos domésticos en el Reino Unido.
Lo envían a plataformas de cadenas como Co-op, Asda o Tesco en Gales, Irlanda o Inglaterra y echan 2-3 jornadas en el Reino Unido moviendo mercancía variada desde el puerto de Felixstowe en la ciudad británica de Suffolk a destinos en el Reino Unido.
Así lo señala el camionero murciano Rafael Beltrán, que se está especializando en realizar el recorrido desde el puerto de Felixstowe a la plataforma que tiene Asda en Southampton.
Además de repartir containers a esta plataforma de Asda, descargó en varias tiendas de esta cadena británica llevando coles, brócolis y calabazas a diferentes detallistas, haciendo labores de cabotaje.
Con el Brexit, los transportistas no británicos sólo pueden hacer dos acciones de cabotaje durante siete días. La norma Brexit salta por los aires y los transportistas están haciendo hasta siete cabotajes en siete días.
Es cierto que el ministro de Transporte británico, Grant Shapps, ha comunicado que está considerando relajar esta regulación del cabotaje para que los transportistas internacionales puedan realizar cabotajes ilimitados durante dos semanas.
El Gobierno británico considera de manera real que sean los transportistas españoles los que solucionen parte del problema de la falta de 100.000 transportistas que por el Brexit salieron del país.
El diario The Guardian señala que el puerto más grande del Reino Unido -Felixstowe- está tardando hasta 9 días en despachar un container que entra en sus instalaciones y en algunos casos se usa el puerto de Calais como depot de los puertos británicos ante la imposibilidad de asumir nuevos containers.
Varios puertos británicos están acumulando hasta trese semanas de retraso y «la mayoría de las partidas llegan tarde a los detallistas», explica el importador John Grieve de la firma Grieve Limited.
La situación es tan dantesca que sólo se pueden hacer algunos servicios por días ante la falta real de transportistas. Los viernes no se puede repartir a ciudades como Birmingham o Cardiff para dar salida a los palets que tienen que ir para los detallistas de Londres y Bristol.