Las calles españolas están llenas de comercios de alimentación y de cadenas de la gran distribución. España es uno de los países que se encuentra por encima de la media de puntos de venta de la gran distribución por cada 1.000 habitantes, y eso que el comercio tradicional no es residual en el segmento de frescos.
Sólo en frutas y hortalizas tiene un 50 por ciento de cuota de mercado, cifra que oscila hacia arriba o hacia abajo, ya que la tendencia no se encuentra hoy tan definida. La consultora Nielsen señala que a finales de 2017 había 20.100 puntos de venta en manos de la gran distribución entre supermercados, hipermercados y tiendas ‘discount’.
¿Burbuja?
Muchos se preguntan tras los cierres previstos en la cadena Dia, los cierres de la cadena cántabra Lupa de hace dos años o los despidos previstos en Carrefour, si se está ante una burbuja de las cadenas. Los grandes grupos de la distribución española no prevén grandes movimientos y si los hay es hacia el cierre de tiendas.
La cadena Dia tiene que cerrar 230 tiendas, ya que no ha encontrado comprador alguno a su oferta y son tiendas nada rentables para su negocio. La cadena de referencia en el mercado español –Mercadona- mira a otros destinos para seguir creciendo porque las nuevas aperturas no le suman las mismas rentabilidades que las existentes y el comercio tradicional no baja la guardia.
Más información en el número 438 de la revista F&H.