La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) ha advertido este martes de que la sequía «no ha pasado» y que se afrontan «restricciones sin precedentes» ante la falta de lluvias, mientras las administraciones permanecen «inactivas».
Aunque la percepción general pueda ser que la sequía ha remitido, este colectivo ha señalado que la realidad es «muy distinta» porque, tras unos meses de noviembre y diciembre con escasas lluvias, la reserva hídrica de la comunidad ha pasado del 33 al 33,5 %, un incremento de solo medio punto que evidencia que la sequía está «lejos de haber terminado».
Esta situación ha obligado ya a imponer restricciones significativas en zonas de regadío como el sistema Tinto-Odiel-Piedras del 25 %, en el Guadalete-Barbate del 50 %, en las Cuencas Mediterráneas, donde oscilan hasta el 100 % de aguas superficiales en zonas como la Axarquía, y en el Guadalquivir, donde se esperan restricciones de entre el 60 y el 75 %.
Una cifras que, según ha informado Feragua, se confirmarán en la próxima Comisión de Desembalse en febrero.
«Las restricciones para el riego ya alcanzan niveles críticos, y la falta de acción de las administraciones pone en peligro la próxima campaña agrícola», ha explicado José Manuel Cepeda, presidente de la asociación.
Feragua ha subrayado la «parálisis de las administraciones», que no han impulsado ni acelerado obras de regulación ni proyectos de balsas que permitan mitigar la situación a medio y largo plazo.
La sequía no se ha superado
Las lluvias del inicio del actual año hidrológico han mejorado las reservas de agua en España, pero no han sido suficientes para paliar la situación de escasez en las principales zonas tensionadas como el levante almeriense y cuencas internas de Andalucía, y, de hecho, la sequía no se ha superado en la mitad sur del país.
No obstante, la situación de escasez ha experimentado una notable mejora y, actualmente, de las 222 Unidades Territoriales de Escasez (UTE), un total de 127 se encuentran en situación de normalidad, 21 en prealerta, 32 en alerta y 14 en emergencia.
Solo un 6,3 % de la España peninsular se encuentra situada en escenario de emergencia y un 14,4 % en preemergencia, según las conclusiones de un informe de la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS), informa en un comunicado.
Por cuencas, a pesar de las lluvias de otoño de 2024, las del Guadalquivir, Segura, Júcar y otras aún presentan niveles críticos de reservas, muy por debajo de la media histórica.
En general se produce una mejora en comparación con años anteriores, aunque con marcadas disparidades como, por ejemplo, el País Vasco al 100 % de capacidad, mientras que Segura y Cuencas Mediterráneas Andaluzas están en niveles alarmantes.
Por lo tanto, la sequía prolongada está casi superada en gran parte de España, excepto en zonas como el levante almeriense y Cuencas Internas de Andalucía.
El informe constata que en el inicio del año hidrológico se ha producido una notable mejora en las zonas identificadas en el anterior como las comarcas del Priorat, el Maestrazgo, Sierra Sur de Sevilla, Antequera o la Marina Alta y Baja de Alicante, y aunque hay amplias zonas del territorio peninsular en situación de emergencia, no se han identificado municipios con cortes y restricciones de agua debido a la sequía.
Igualmente, se mantiene la situación de emergencia en el litoral de Málaga y, aunque las reservas mejoraron tras las lluvias de octubre y noviembre, el Comité de Gestión de Sequía ha decidido ampliar las medidas de ahorro de agua.
De hecho, la situación de emergencia y alerta sigue vigente en varias comarcas y, por ello, los sistemas de explotación del Campo de Gibraltar, la Costa del Sol Occidental, Guadalhorce-Limonero y Viñuela-Axarquía han reducido la dotación de agua por habitante y día y se han impuesto limitaciones al regadío.
El informe confirma unos patrones climáticos extremos derivados de un otoño más húmedo en ciertas regiones y proyecciones de un invierno más seco como efecto del cambio climático, con temperaturas altas y precipitaciones irregulares.