Cuando se entra en las tiendas Conad se huele la tensión. Hay tiendas donde el género no se mueve y donde las reponedoras han tenido poco que reponer.
Y el empresario Antonio Mannina, dueño de la tienda Conad en Via Kyoto en Roma lo confirma. «La factura del mes de julio por los productos y servicios ha pasado de casi 27.000 euros frente a los menos de 6.500 euros del julio pasado. Es un incremento del 400 por ciento y mi clientela compra mucho menos y lo más barato».
No es un ejemplo suelto. «Los consumidores se están volviendo más prudentes a la hora de comprar y la recaudación de muchas tiendas Conad va a la baja. No es una situación fácil», expone Mannina.
El empresario señala que ya ha empezado a no repercutir los precios desde la semana pasada para tratar de mantener las ventas y «evitar que la clientela vaya a otros puntos». Se refiere a Mannina a Lidl y a otros ‘discount’ en claro incremento.
El empresario de la tienda Conad lo tiene claro al señalar que «las familias sólo están comprando artículos de primera necesidad. Lo peor está por venir».