Los precios de los fertilizantes se mantienen altos en el inicio de primavera ante la falta de fósforo y nitrógeno y no se espera que la situación cambie hasta principios de mayo.
La demanda de urea se mantiene alta en el mercado internacional por la presión de la agricultura india y el estocaje en Europa se encuentra casi agotado.
El precio de la urea se incrementó en un 15 por ciento en marzo con respecto a febrero y la alta demanda del Hemisferio Norte, unido a las necesidades que venian del Sur ha propiciado una guerra en la demanda.
La urea no fue el único fertilizante que incrementó su precio. También lo hizo el amoniaco, que lo hizo en un 38 por ciento por el incremento del precio del gas; y el precio de las potasas que vienen de Marruecos y Brasil.
Las potasas incrementaron su precio en un 6 y 8 por ciento, respectivamente, con respecto al precio de hace cuatro semanas.
La disponibilidad de fertilizantes no está en todas partes debido a los cuellos de botella en la entrega de los productores y las escasas capacidades de transporte como resultado de la pandemia.
«Las entregas se retrasan y las largas rutas de transporte en algunas regiones lo hacen más difícil, ya que las instalaciones de almacenamiento se han centralizado y se han cerrado varios depots para reducir los costes», señala el analista alemán Steffen Kemper.