A petición de los colegiados, que han expresado formalmente su preocupación por el aumento de casos de intrusismo que afectan seriamente los intereses de este colectivo profesional, COITAAL ha aprobado esta semana en su última Asamblea General Ordinaria intensificar los esfuerzos para conseguir que se conozcan y reconozcan en todos los ámbitos las competencias y atribuciones profesionales que les corresponden a los ingenieros agrícolas, tanto por su titulación académica como por la legislación en vigor.
En este sentido, se va a colaborar con las administraciones competentes para la detección de profesionales inscritos en el Registro Oficial de Productores y Operadores de Medios de Defensa Fitosanitarios (ROPO) como asesores y que pudieran no cumplir con el Anexo II del Real Decreto 1311/2012 para desempeñar funciones de asesoramiento en Gestión Integrada de Plagas (GIP). “Es una tendencia creciente basada en el desconocimiento general existente sobre cualificaciones profesionales y que beneficia económicamente al empresario porque soporta menores costes laborales a costa de poner en riesgo la seguridad alimentaria al sustituir la contratación de ingenieros agrícolas por profesionales de otros sectores que, en ocasiones, poco o nada tienen que ver con la agricultura”, asegura la presidenta de COITAAL, Maria Teresa García Muñoz.
Ante situaciones de este tipo, los ingenieros agrícolas de Almería consideran que es prioritario conseguir el uso obligatorio de la receta fitosanitaria, ya que se trata de una herramienta integrada en el cuaderno de explotación que proporciona seguridad jurídica al asesor y al agricultor. En la actualidad, existen aplicaciones informáticas que permiten mantener un registro histórico de cultivos y sus tratamientosy el establecimiento de un vínculo electrónico directo e inalterable entre el ingeniero agrícola que ordena un tratamiento y la compra del producto indicado en el punto de venta. Por tratarse de un problema común con otras zonas del país, COITAAL suma esfuerzos con el Consejo General de Colegios de Ingenieros Agrícolas de España y otros colectivos afectados que solicitan al Ministerio de Agricultura la implantación de la receta o prescripción fitosanitaria como único medio legal para la compra de fitosanitarios.
Además, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrícolas de Almería ha previsto establecer un calendario de reuniones con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para velar por el cumplimiento de los convenios laborales que afectan a este colectivo profesional y solicitar la actuación urgente de los inspectores ante casos concretos de incumplimiento.
Competencias profesionales
Además de la lucha contra el intrusismo, los ingenieros agrícolas también quieren que se reconozcan sus competencias y atribuciones profesionales. En este sentido, actualmente hay dos importantes frentes abiertos. Por una parte, los ingenieros agrícolas de Almería quieren que se garantice el acceso al grupo A con la posesión del título de Grado en Ingeniería Agrícola, dando así cumplimiento al artículo 76 del Estatuto Básico de la Función Pública. Andalucía es una de las regiones españolas donde no se está garantizando este derecho, a pesar de que ya existen varias sentencias judiciales favorables.
Por otra parte, COITAAL se opone a la propuesta del Parlamento Andaluz para que los ambientólogos puedan ejercer profesionalmente como asesores en Gestión Integrada de Plagas, por considerar que no reúnen la cualificación necesaria ni cumplen con la normativa vigente.
Durante la Asamblea General Ordinaria celebrada en la sede colegial el pasado lunes por la noche, se aprobaron otros asuntos como la contratación a media jornada de un trabajador para mejorar los servicios que ofrece COITAAL, como la realización del visado de trabajos profesionales, la organización de eventos formativos e informativos o la gestión de la bolsa de trabajo.