La chirimoya se comercializa fundamentalmente en el mercado español y su distribución se realiza, sobre todo, en los hipermercados, al ser el canal que permite el mayor número de categorías.
Los hipermercados acaparan el 81 por ciento de las ventas de chirimoya en España. Las regiones del sur gustan calibres grandes, pero conforme se avanza más hacia el norte del país se buscan calibres más pequeños y el consumo es también mucho menor.
España acapara entre el 80-90 por ciento de la producción doméstica. El consumo en el país se centra en un 81 por ciento en hogares sin niños.
El grueso del consumo de la chirimoya se produce entre las personas con más de 50 años que, de hecho, suponen el 67 por ciento del consumo.
Por cierto, sólo el 6 por ciento del consumo corresponde a ciudadanos de menos de 35 años, según el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.
