Alemania produjo alrededor de 1,34 millones de toneladas de fruta fresca en 2022, destacando el algo más de millón de toneladas de manzanas frescas y las 123.000 toneladas de fresas.
La oferta fue la correcta porque igualó la cifra de las últimas cinco campañas, pero el problema viene por los costes, ya que «la producción se ha vuelto más costosa para las empresas frutícolas», señala Eva Würtenberger, analista en el mercado de frutas de la consultora AMI.
Manzana
«Las circunstancias en 2022 fueron muy estresantes para los productores de manzana», señala Würtenberger. El principal problema viene «por el declive del consumo de manzana y un descenso en el ánimo de comprar y durante 2022 este efecto se amplificó», apunta la analista.
El principal motivo de la apatía en el consumo de manzana se debe a la fuerte competencia de los berries que vienen del Sur de Europa.
Además, «al comienzo de la nueva temporada todavía había existencias considerables del grupo de cosecha vieja Jonagold y Golden Delicious, que entraron al mercado al mismo tiempo y los costes de almacenamiento se multiplicaron y no facilitaron la salida del producto», apuntan desde AMI.
Las perspectivas para 2023 es un inicio de año con altas existencias de manzana.
