Así se extrae de los balances de siniestralidad agraria de la entidad de seguros agrarios –Agroseguro- hasta marzo.
En concreto, hasta marzo, se han registrado 367.432 partes de seguro, la mayoría de ganadería; son un 7 % menos que en el primer trimestre del pasado ejercicio.
El monto de las indemnizaciones de todos estos siniestros se elevará a 83,7 millones de euros, según los datos de Agroseguro, que abonó un 3 % menos en el primer trimestre de 2024.
En lo que se refiere a los partes en parcelas agrícolas, acaparan prácticamente la mitad de las indemnizaciones, con 43,38 millones de euros para 11.269 siniestros.
El año pasado se habían registrado hasta esta fecha 15.825 partes en el mismo cómputo, si bien los pagos previstos para compensar a los agricultores afectados apenas superaban los 40 millones de euros.
Y, por cultivos, los cítricos lideran con mucho los cultivos con más indemnizaciones previstas, en concreto, casi 17 millones de euros; le siguen las hortalizas (9,43 millones), los frutales (4,9 millones) y los herbáceos (4,84 millones).
2025, un año sin sequía
El año arrancó con une enero variable, en términos meteorológicos, con bajadas intensas de temperatura y borrascas de gran impacto que atravesaron la península de norte a sur.
Se registraron heladas generalizadas de intensidad variable a mitad de mes y, posteriormente, se produjo el paso de un tren de borrascas con fuertes vientos, como Herminia e Ivo, con intensas precipitaciones y, de manera más aislada, pedriscos.
Causaron daños importantes en el litoral mediterráneo (Comunidad Valenciana y Región de Murcia), zonas del interior de Andalucía (Sevilla, Córdoba) y Almería y, de manera puntual y más dispersa, a Cataluña y Navarra en aquellos cultivos con producciones próximas a recolección, como en cítricos (naranja, mandarina y limón) y hortalizas (alcachofa, patata, lechuga, tomate y zanahoria).
Por contra, febrero se ha caracterizó por una gran estabilidad meteorológica, un mes cálido y seco, en términos generalizados.
A lo largo del mes, se declararon no obstante siniestros por viento, heladas y pedrisco en cultivos de cítricos en ámbitos afectados por las heladas del mes anterior, y en menor medida en hortalizas, principalmente alcachofa, patata y lechuga, en el sureste peninsular e interior de Andalucía.
Y en la provincia de Huelva, se vieron afectadas, de forma muy localizada, producción e instalaciones de frutos rojos por una violenta manga de viento ocurrida en esta zona productora.
El cambio ‘radical’ del campo en marzo
Así llego marzo, con una sucesión de borrascas de alto impacto acompañadas de abundante lluvia que, según Agroseguro, cambió «radicalmente la situación de sequía de los últimos años».
«La inauguró Jana en la primera semana de marzo, seguida de Konrad, Laurence y Martinho, dejando récords históricos de precipitaciones», apunta el informe del Consorcio.
Entre el 1 y el 24 de marzo se han acumulado, de media, 148 l/m², 3,5 veces más que el valor normal de ese período, de forma más abundante en el centro y suroeste peninsular.
De hecho, la lluvia persistente ha ocasionado daños en los cultivos por encharcamiento e inundaciones, por su abundancia y por desbordamientos en los márgenes de los ríos.
Esta situación ha afectado a cultivos de hortalizas (patata, lechuga, guisante, cebolla, acelga, espinaca, brócoli y ajo), cítricos (naranja y mandarina), frutos rojos y plátano.