Industria auxiliar

Los argumentos para usar Integrate en la desinfección del suelo

La capacidad de su tecnología para retener el agua y evitar la gravitación, permite mayor disponibilidad de agua y un movimiento lateral del agua que optimiza el proceso de solarización.

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Integrate es el surfactante del suelo que más ahorro de agua consigue en todos los cultivos hortícolas bajo invernadero con ahorros de hasta un 60 por ciento en melón; 51 por ciento en calabacín y 50 por ciento en tomate o pepino. Integrate pertenece a la firma Engage Agro y es distribuido en España por la andaluza Agroliner.

Con el uso regular del Integrate, la desaceleración del movimiento gravitacional del agua, promueve naturalmente un mayor movimiento lateral a medida que las micelas microscópicas recubren más partículas del suelo.

El recubrimiento de más partículas comienza a aportar uniformidad al perfil de suelo a través de la rizosfera y esto permite que cualquier materia disuelta en el riego, como nutrientes, bioestimulantes, acondicionadores del suelo, compuestos microbiológicos y agroquímicos, se propague de manera más uniforme y, al hacerlo, se aumente la eficacia de su distribución.

Desinfección

Esta eficacia ha llevado al uso generalizado de Integrate para apoyar la desinfección de suelos, ya sea a través de la aplicación química tradicional o en la solarización.

El movimiento y la distribución uniforme del agua optimizan la eficacia de los dos sistemas hasta el punto de que su uso se considera esencial para cientos de productores.

El movimiento lateral del agua se hace visible en un ensayo realizado en cítricos, donde las raíces laterales del árbol favorecido por la aplicación del Integrate provocaron un espacio de cinco metros cúbicos frente a los 1,5 metros cúbicos de los cítricos que no recibieron aplicación alguna de este desinfectante del suelo.

Las micelas rodean completamente las partículas de suelo a medida que las colas son atraídas por la misma, la cual está cargada negativamente.

Este equilibrio de aire y agua tiene efectos importantes a corto y largo plazo en el perfil del suelo desde el enraizamiento, el acondicionamiento del suelo para conseguir un buen desarrollo radicular a lo largo del cultivo, así como para la gestión del agua de riego.