Lomanoryas va de cambios: 1,3 millones de euros en inversión en equipos de confección, nuevos clientes en clave supermercados y la puesta en marcha de un programa para los productores que quieran confeccionar en finca.
La inversión ha supuesto ganar en competitividad y conseguir reducir los costes logísticos por kilogramo comercializado.
La empresa cuenta con dos calibradoras de nivel que le han permitido ganar en horario de trabajo y satisfacer las necesidades de los mayoristas.
“El mercado mayorista gusta de trabajos muy finos en los procesos de comercialización y de estándares altos, que no se consiguen con todas las calibradoras”, apunta Rogelio Villanueva, gerente de Lomanoryas.
Esta inversión llega en un momento oportuno, “porque llevamos dos ejercicios con los mercados de calabacín muy pesados, incluso entre los clientes que operan con género y en mercados de valor añadido”, señala Villanueva.
La empresa suma más de 11.000 toneladas en calabacín y unas 5.000 toneladas más en otras categorías.
