«Tenemos altas exigencias en nuestras frutas y hortalizas frescas, más altas de lo que exigen la legislación sueca y europea y realizamos las pruebas para asegurarnos de que nuestros productos cumplen con los requisitos que imponemos al uso de los pesticidas», señala Mia Brodén, gerente de calidad de Lidl en Suecia.
Y por este motivo Lidl ha cerrado un acuerdo de colaboración con el laboratorio Eurofins por el cual el laboratorio lanza una etiqueta en la que se da fe que esa partida de productos está por debajo del Límite Máximo de Residuos.
Eurofins prueba periódicamente una gran parte de la gama de Lidl. Las frutas y verduras frescas no pueden contener más de un tercio del nivel legal de pesticidas, y Lidl sigue una política más estricta que el resto de los operadores suecos.
Este acuerdo «resulta innovador por la comunicación de la cadena con los clientes. Llevamos trabajando varios años con Lidl y sabemos qué enfoque pone Lidl en su trabajo de calidad», señala Henrik Jonsson, CEO de Eurofins en Suecia.