Fuentes de Mercabarna han explicado que el estado de alarma no ha hecho disminuir la comercialización de las 700 empresas que forman parte del polígono y han asegurado que mantienen un nivel de ventas similar al que registraron el pasado año en estas fechas.
Según han señalado, el sector de la hostelería y la restauración, así como los hoteles, han dejado de acudir, porque en su mayoría permanecen cerrados por las restricciones contra el contagio del COVID-19, pero los pequeños comerciantes, las cadenas de supermercados y los mercados municipales «están cargando más».
Por eso, aunque esta semana están acudiendo menos compradores -10.000 vehículos diarios, 5.000 menos de lo habitual-, la cifra final de ventas no se ha visto afectada.
«Está llegando género de todas las zonas de producción, tanto de pescado, como de carne, frutas y hortalizas y se está comercializando lo normal», han apuntado desde Mercabarna, antes de agregar que, aunque esta situación se alargue más de dos semanas, el ritmo es «sostenible».
Además, tanto la división del polígono como los mayoristas que trabajan en él han decidido mantener la mitad de la plantilla presencial y la otra por teletrabajo para garantizar así que unos puedan suplir a los otros en caso de cuarentena o infección.
«Estamos trabajando muy duro, porque hay menos gente», han agregado las mismas fuentes, quienes han detallado que cada mañana la dirección se reúne por videoconferencia con las empresas para analizar los problemas y garantizar el «abastecimiento alimentario».
Por otro lado, se han duplicado las medidas de limpieza y han comenzado a utilizar desinfectantes especiales dictados por las autoridades sanitarias tanto en suelos, como en paredes, baños y todas las zonas comunes.
Todo el personal de Mercabarna usa, además, guantes y mascarillas, que han sido distribuidas entre los comerciantes después de recibir esta mañana un cargamento de las mismas.