El director territorial de Agroseguro, Juan Carlos Wengel, ha explicado que todavía están recibiendo siniestros y mañana, miércoles, empezarán las peritaciones, pero que, de momento, han recibido partes de 251 parcelas siniestradas, que suman unas 500 hectáreas.
Principalmente en localidades como Las Pedroñeras, conocida como capital mundial del ajo morado, o Casas de Haro, donde las precipitaciones fueron en forma de pedrisco, pero también en otros términos municipales como San Clemente, Santa María del Campo Rus, Villar de Cañas, Sisante o Alarcón.
Las lluvias torrenciales han llegado en un momento en el que el cultivo del ajo está casi preparado para la recolección, según ha señalado Wengel.
En este sentido, el secretario general técnico de Asaja de Cuenca, Manuel Torrero, ha señalado que la previsión de la campaña de este año era muy buena, «tanto en calidad como en cantidad», pero que ahora habrá que analizar bien los daños que las tormentas han causado al cultivo.
Agroseguro ha indicado que este año está siendo especialmente lluvioso aunque de momento se cifra la siniestralidad como «media, a diferencia del año pasado cuando se remitieron muchos partes por sequía.
Este año los agricultores también han tenido que dar partes por daños de fauna (sobre todo de conejo y liebre) en cultivos herbáceos extensivos, como el trigo y la cebada.
En total, unas 20.000 hectáreas de las 437.000 que hay aseguradas en Castilla-La Mancha, que es el que más asegura en este sentido en todo el ámbito nacional.
Agroseguro también ha destacado que las heladas del pasado 1 de mayo afectaron sobre todo al viñedo y en Cuenca se tramitaron 1.400 declaraciones de siniestro, que afectaron a 11.200 hectáreas.