El calabacín se acostó placentero tras finalizar el verano. Los horticultores que apostaron por la categoría vieron precios históricos y medidas por encima de los 1,4 euros.
La falta de este producto en España facilitó que los horticultores de Zafarraya cerrasen un verano extraordinario.
La demanda no vino sólo por la vía española. El mercado francés favoreció el repunte de precios, ya que desde el 20 de agosto los importadores galos tuvieron que engrasar su maquinaria comercial buscando calabacín de España.
La oferta francesa de calabacín sufrió más de lo previsto por las altas temperaturas y las cadenas galas tuvieron que recurrir a los importadores para abastecer de la categoría en los lineales.
Durante la última semana de agosto, la presencia de berenjena y calabacín español se hizo visible y de esto se beneficiaron los horticultores de Zafarraya. El gerente de Hortoventas, Jesús Palma, reconoce que los flujos de llamadas desde los operadores galos fueron mayores de lo habitual.