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Las soluciones plásticas de Arrigoni elevan los números del melón

Arrigoni lanza una batería de soluciones para mejorar los cultivos de melón y su sanidad vegetal. La gama amortigua el impacto del frío en los cultivos tempranos y mejora la calidad del fruto. Aquí todas las propuestas de Arrigoni.

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Las pruebas se han realizado en las fincas de la empresa italiana de melón OP Lorenzini y la empresa Azienda Agricola Malavasi, conocidas firmas productoras de este cultivo. Los tests han desvelado que las dos láminas plásticas de Arrigoni: Prisma® y Robuxta®, mejoran los resultados del melón en la precocidad, mitigar las bajas temperaturas invernales para los cultivos extratempranos y hace de escudo gracias a los colores fotoselectivos.

“Las soluciones que proponemos para la producción del melón están dirigidas a mejorar los parámetros microclimáticos favoreciendo el desarrollo temprano de la planta. La garantía de un ambiente de cultivo más luminoso y fresco, ideal para el crecimiento de las plantas, contribuye a reducir el consumo de agua y el uso de substancias de síntesis e incide positivamente en los tiempos de maduración del producto con un incremento de los grados brix y la calidad general de la fruta”, explica Giuliano Giotta, agrónomo de Arrigoni. 

Además de los film plásticos nombrados anteriormente, se usan también Lirsalux, Sanalux y TraTec.

«Los productores de melones podemos tener dos necesidades contrapuestas: en los trasplantes tempranos necesitamos más calor para proteger la planta frente a posibles oleadas de frío y garantizar un adelanto significativo en la producción. Al mismo tiempo, en trasplantes tardíos, es necesario mantener un buen nivel de aislamiento térmico, pero también evitar las quemaduras solares en los días calurosos», expone Lorenzini.

El uso de películas plásticas de la marca Lirsa de Arrigoni «nos ha permitido alcanzar estos objetivos sin dificultad, reduciendo enormemente el estrés de las plantas«, concluye Lorenzini.

Y para cerrar la película de cobertura biodegradable Ecoplast. Esta película plástica biodegradable puede desecharse directamente en el campo después de su uso y no deja rastros en cultivos posteriores.

A la conveniencia económica para la empresa se suman asimismo los beneficios derivados de una labor que requiere menos mano de obra en el momento de la producción.