El objetivo es que este distintivo avale la calidad de las hortalizas tradicionales que se cultivan en esta zona desde hace más de seis décadas, en concreto la haba verde y la habichuela y, más recientemente, la alcachofa.
Este proyecto se desarrollará durante dos años y medio y abarca el estudio de aspectos agronómico-ambientales del valle del Río Monachil (Monachil, Huétor Vega, La Zubia y Cájar), histórico-agrícolas, así como estudios de caracterización agroalimentaria de las tradicionales habas, habichuelas y alcachofas.
Según han informado este jueves sus promotores, para ello se establecerá una comparativa de calidad de estas hortalizas frente a las producidas en otras áreas de cultivo de Andalucía y el Levante español.
Todo ello con el objetivo de diseñar un protocolo de cultivo dentro del reglamento de una marca colectiva geográfica de calidad para certificar el origen y las características diferenciales de las habas, habichuelas y alcachofas producidas en el Valle del río Monachil.
Canales cortos
La pretensión es comercializarlas en los tradicionales canales cortos como la restauración y, en menor medida, a través de las dos agroindustrias existentes en el territorio.
Asimismo, el estudio contemplará la prospección de recetas tradicionales culinarias de las habas, habichuelas y alcachofas entre la población para darles protagonismo en la restauración a través de un sistema de certificación agro-gastronómico representado por la marca colectiva geográfica.
En la gestación de la marca colectiva territorial «Valle del Río Monachil» participan los municipios de Cájar, Huétor Vega, Monachil y La Zubia, la Asociación Regamam y las dos agroindustrias procesadoras de hortalizas ubicadas en la zona, cooperativa de Monachil y la conservera Las Perdices.
Dentro de los estudios que se van a realizar se prestará especial atención al haba verde, hortaliza estrella del valle del río Monachil que, por su calidad y reputación, podría conseguir el reconocimiento oficial, a medio plazo, de una Indicación Geográfica Protegida.
La creación de una marca colectiva para las hortalizas tradicionales del Valle del Monachil aspira a ser un revulsivo para activar el sector agrícola y agroindustrial de la comarca, y ligarlo al potente sector de la restauración, formado por más de 300 establecimientos de hostelería