Los productores alemanes de hortalizas entran en fase de riesgo financiero por el cambio climático y la comisión de Alimentación y Agricultura del Bundestag ya trabaja en la materia, aunque ayer rechazó una moción del grupo parlamentario Die Linke para aumentar la prima de seguro para elevar la seguridad financiera de las empresas hortofrutícolas.
Los grupos parlamentarios SPD -socialistas-, Alianza 90/Los Verdes y la FDP -los liberales- tumbaron la propuesta. Los productores de hortalizas habían solicitado una reserva de compensación de riesgos empresariales libre de impuestos y un seguro multirriesgo para las empresas hortícolas y de fruta fresca.
Los crecientes daños por tormentas severas y por golpes de calor están dejando en apuros a varias empresas. Las empresas alemanas cifran los daños en 7.000 millones de euros en todo el agro alemán.
A todo ello se une «la fuerte presión de las importaciones desde España y Países Bajos, que marcan la economía de las empresas», señalan los colectivos de los productores.
El ejemplo viene de parte de los fruticultores de manzana, que actualmente sólo están recibiendo 6 céntimos por cada kilogramo de manzana. El problema no viene sólo por el clima, sino por la reducción de los mercados como el ruso. «Rusia ha dejado de comprar y ahora hay excedentes en la oferta en ciertos meses», señalan desde las empresas productoras.
Argumentos
Hay diferentes argumentos por los que los partidos políticos rechazaron esta primera medida. Los liberales del FDP han solicitado reducir la carga impositiva a las empresas agrícolas para que puedan elevar el rango de sus reservas financieras para poder responder a estos momentos asfixiantes.
Los Verdes rechazan la propuesta del Gobierno alemán porque entienden que las empresas alemanas se beneficiarían de esta medida. Los Verdes entienden que hay que invertir en adaptación climática hacia los productores.
Y los socialistas recordaron que ya la PAC cumple algunas de estas realidades, así como apoyo para diferentes situaciones climáticas.
La realidad es que las empresas productoras de frutas y hortalizas en Alemania están trabajando en la actualidad en desplazar parte de sus producciones fuera de Alemania. Y es que «el salario mínimo se ha convertido en un nuevo problema que está provocando que las empresas trasladen sus plantaciones al extranjero», recuerdan los productores.
