Según un comunicado de la cooperativa, la reducción en la producción a granel y el desarrollo de vinos diferenciados aumenta el valor añadido de sus productos y los hace más atractivos de cara al consumidor en los principales mercados de exportación: Alemania, Países Bajos, Bélgica, Reino Unido, Polonia y Estados Unidos.
Asimismo, la escasa pluviometría y la cantidad de horas anuales de sol que registra la comarca favorecen la apuesta por la producción ecológica, otro elemento que potencia el valor de los vinos: «Son condiciones que favorecen hacer vino ecológico porque las plagas son residuales, lo que minimiza la utilización de productos fitosanitarios», ha explicado el presidente de la cooperativa, José Cerdá.
Ha añadido que la producción ecológica, que se inició en 1997, «tiene una perspectiva de crecimiento de entre un 5 y un 10% anuales» sobre una producción total que, según estima, «superará los 1’7 millones de botellas en los próximos cinco años«.
«Queremos dar una oportunidad a las futuras generaciones de poder seguir trabajando el campo y cultivando viñas, que es lo tradicional de aquí, de un pueblo del interior de Alicante. La ilusión es que se sigan manteniendo los viñedos» mediante «la compra de un mayor volumen de materia prima, la reducción de costes, un mejor servicio especializado y la garantía de un stock a los mercados», ha concluido.
