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Las expectativas de los exportadores se desploman al peor nivel en once años

Las expectativas de las empresas exportadoras respecto a la evolución de su cartera de pedidos a tres meses y a un año, así como la valoración de su situación actual, ha empeorado en el segundo trimestre hasta situarse en el nivel más bajo desde 2009.

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Según la Encuesta de Coyuntura de la Exportación publicada este jueves por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el Indicador Sintético de Actividad Exportadora (ISAE) se desplomó hasta los -37,5 puntos en el segundo trimestre de 2020, lo que supone el peor nivel desde el cuarto trimestre de 2009, cuando el indicador se situó en -41 puntos.

Las encuestas en las que se basa este indicador se realizaron del 18 de mayo al 12 de junio, por lo que, según la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, «reflejan el fuerte impacto de la crisis de la COVID-19».

«Ahora bien, una parte importante de las empresas espera que el impacto sea temporal y confía en que su cartera de exportación haya mejorado en los próximos meses», ha destacado Méndez en declaraciones recogidas en un comunicado.

El ISAE oscila entre -100 y 100 puntos (los valores positivos indican una mejor percepción de la actividad exportadora y de las previsiones) y está compuesto por tres variables que miden la situación del trimestre actual, las perspectivas a tres meses y las perspectivas a doce meses.

En el segundo trimestre, la percepción del comportamiento de la cartera de pedidos ha sido notablemente más desfavorable (-60,7) que en el trimestre anterior (-2,6), al igual que las perspectivas a tres y a doce meses.

Sin embargo, aunque han disminuido 8 y 22 puntos respectivamente, las perspectivas en cuanto a la evolución de los precios y márgenes de exportación se han mantenido más estables.

La evolución de la demanda externa es el elemento más señalado por los encuestados en cuanto a incidencia negativa en sus expectativas, seguido por la competencia de precios y por el precio de las materias primas y el tipo de cambio.

Por el contrario, entre los factores más citados por su incidencia positiva están el precio del petróleo y la disponibilidad de recursos humanos.