Así lo han trasladado responsables del área de frutas y hortalizas de la entidad en la reunión mantenida con eurodiputados de España, Francia e Italia, en la que también han participado miembros de cooperativas de estos otros dos países.
En un comunicado, desde Cooperativas Agro-alimentarias han alertado de que la intención de la Comisión de Agricultura de obligar a las empresas a invertir el 20 % de sus fondos operativos en medioambiente podría «comprometer» otros objetivos.
Adaptar la oferta a la demanda, elevar el valor de sus productos y mejorar la calidad y competitividad de los sistemas de producción son algunas de esas metas que podrían verse en riesgo por este motivo, de acuerdo con estas mismas fuentes.
Los responsables de Cooperativas han incidido en que están «comprometidos con los objetivos medioambientales», pero abogan por un mecanismo de «incentivos» y no de obligaciones adicionales.
Han insistido, asimismo, en que el sector hortofrutícola europeo ha logrado «enormes avances» para implantar métodos de producción respetuosos con el medioambiente, como la producción integrada, la lucha biológica y el cultivo ecológico, entre otros.
Por ello, han pedido a los europarlamentarios el reconocimiento y valoración de estos avances, en contraste -según han denunciado- con las condiciones de producción de frutas y hortalizas importadas a la Unión Europea (UE) desde terceros países, que en su opinión se benefician de menores exigencias.
Los presentes han criticado el «desequilibrio y falta de reciprocidad» de la política comercial de la UE, ya que el mercado comunitario «está cada vez más liberalizado y permeable a importaciones» desde países amparados por acuerdos comerciales que han calificado de «perjudiciales» para sus intereses.
Además, les han solicitado que las cooperativas reciban más apoyo comunitario proporcional a su capacidad de integración, tanto en facturación como en número de socios.
El presidente del área de frutas y hortalizas en Cooperativas Agro-alimentarias de España, Cirilo Arnandis, ha abogado además por que los futuros reglamentos dispongan de medidas de «gestión de crisis graves» para atender los desequilibrios de los sectores agrarios, y particularmente para el sector de las frutas y hortalizas.
Arnandis ha considerado que el origen de estas crisis «se encuentra frecuentemente en la congestión del mercado interior como consecuencia de la liberalización de las importaciones o de decisiones geopolíticas ajenas a nuestro sector», por lo que no es «descabellado» pedir a la UE que «se establezcan mecanismos para paliar las crisis y compensar a los productores afectados».
Durante el encuentro los presentes también trataron la normativa que regula el funcionamiento de la cadena para perseguir prácticas abusivas, las normas de comercialización en el sector para preservar la transparencia y evitar abusos y los sobrecostes en el mercado hortofrutícola, entre otros temas.
