Ha llegado el pánico a los consumidores británicos de no llegar a comprar los víveres necesarios por la crisis del coronavirus. El Gobierno de Boris Johnson va a imponer medidas restrictivas y confinamientos a varios colectivos y esto está provocando la movilización de los clientes hacia las cadenas de supermercados.
Las tiendas van a imponer una serie de medidas restrictivas para no masificar las tiendas y que éstas no se conviertan en foco de infección y propagación del virus.
La patronal de los supermercados -British Retailer Consortium- (BRC) comunica que son testigos de como algunas tiendas se han quedado sin víveres ni partidas de frutas, verduras y leche.
Para tranquilizar a la población, el director general de Tesco, Mike Coupe ha afirmado que «tenemos suficiente comida entrando en el sistema, pero estamos limitando las ventas para que permanezca en los estantes por más tiempo y pueda ser comprada por un mayor número de clientes».
Cada cadena ha establecido sus propias medidas restrictivas para evitar que el coronavirus no se extienda por la vía de las tiendas y para que los ciudadanos compren de manera moderada, ya que hay stocks en los almacenes.