En el mes de agosto da comienzo en algunas regiones de nuestro país la temporada de vendimia. Esta época resulta decisiva para la producción de vino en España y puede extenderse hasta finales de octubre, dependiendo del estado de maduración deseado por las compañías.
Tal y como afirma la Organización Mundial de la Viña y el Vino, el pasado año, España destacó como el tercer productor mundial de vino por detrás de Francia e Italia. En total, se produjeron casi 31 millones de hectolitros de vino, una cifra que alcanzaría los 34 millones al combinarla con la producción de mosto.
Uno de los principales problemas de este periodo se encuentra en la búsqueda de trabajadores. Y es que Sílvia Balcells, directora general de Synergie en España, multinacional de soluciones de Recursos Humanos, explica que cada año el número de personal dispuesto a trabajar en la temporada de vendimia resulta más difícil de encontrar. “Otros sectores laborales han logrado atraer el talento que se dedicaba a la vendimia, dada la demanda física y la marcada temporalidad del sector”, asegura.
Oferta cada vez menor
Y es que la situación se complica para un sector cuya demanda de trabajadores no ha variado demasiado en los últimos años, pero donde la oferta es cada vez menor, especialmente en aquellos viñedos que no dispongan de una ciudad cercana y que se encuentran en situación de desventaja respecto a zonas como Baixo Miño, situada en las proximidades de Vigo.
En este sentido, para hacer frente a la reducida oferta de trabajadores, Sílvia Balcells afirma que “gran parte de las empresas del sector apuestan por externalizar el proceso de selección, de forma que puedan dar respuesta a sus puntas de trabajo sin incurrir en gastos fijos de plantilla que, por la naturaleza de la actividad, en muchos casos resultan inasumibles”.
Balcells explica que una tendencia creciente en el sector, que marcará sus procesos de selección de los próximos años, son las «cuadrillas». En este servicio de outsourcing se proporciona a las bodegas trabajadores contratados durante todo el año, a los que se ofrece empleo por diferentes regiones según la estacionalidad de las campañas. En Synergie ya disponen de acuerdos con distintas bodegas para que estos trabajadores tengan un empleo continuo que les ofrezca una mayor estabilidad.
Oportunidad para las personas desempleadas y sin experiencia
Los procesos de selección comienzan en el mes de junio debido a la dificultad mencionada anteriormente y se mantienen activos durante toda la temporada de vendimia debido a las necesidades que surgen a medida que este avanza.
Los perfiles demográficos de los empleados de la vendimia se encuentran claramente definidos según Synergie. Este tipo de trabajos resultan una oportunidad para las personas desempleadas, la gente joven que no cuenta con experiencia laboral o quienes necesitan de un trabajo de corta duración que les ofrezca facilidades en cuanto a la conciliación. En el caso de los estudiantes, cada vez resulta más complicado por el adelanto del calendario estudiantil en septiembre.
En este contexto, también se debe entender la vendimia como más que un simple empleo. En muchos lugares, se trata de una experiencia cultural que ofrece una inmersión única en la cultura local de lugares como Galicia o La Rioja, permitiendo experimentar tradiciones ancestrales. “Cuando alguien saborea un vino o un mosto es porque alguien se ha encargado de las distintas partes del proceso. Hay que transmitirle, sobre todo a los perfiles más jóvenes, la importancia de este trabajo, de la cultura de la vendimia, algo muy ligado a la identidad de muchas localidades”, añade Balcells.
Los dos perfiles más solicitados
En cuanto a los perfiles más demandados por las compañías de este sector, destacan el vendimiador y el operario de bodega, aunque estas empresas también solicitan tractoristas de forma puntual.
El vendimiador o recolector es el perfil más solicitado, y encargado de recolectar las uvas. Durante la época de vendimia del pasado año, desde Synergie se contrataron alrededor de 1.000 vacantes de trabajo. En cuanto a los operarios de bodega, se necesitan en torno a 6 por cada 100 peones de vendimia. Su trabajo consiste en realizar las labores de carga y descarga propias de una bodega.