Con drones, móviles y otras tecnologías, el campo se está llenando de innovación, si bien su transformación digital «no ha hecho más que empezar», afirma el CEO de Hispatec, José Luis Molina.
Molina, que preside el grupo Smart Agro de la asociación de la industria digital Ametic, destaca, en el pódcast de Efeagro Punto de Encuentro, que desde la llegada de internet, el cambio ha sido «exponencial» con la aportación de las tecnologías de información y comunicación.
Hispatec pretende aplicar esas tecnologías al sector agroalimentario y trabaja con unos 600 clientes con el fin de «hacer realidad la transformación digital desde la semilla hasta el mercado de destino» y lograr sostenibilidad económica, social y ambiental.
La digitalización se ha extendido por los entornos agroindustriales, logísticos, de distribución y en la última década ha llegado a la producción previa a la cosecha, un proceso que «no ha hecho más que empezar», por lo que «queda muchísimo por hacer», apunta Molina.
A su juicio, ha habido «grandes avances» desde la llegada de los drones y la generalización de las imágenes de satélite para uso agrícola, con aplicaciones especialmente dirigidas al uso de fertilizantes, riego, tratamientos fitosanitarios y el control del trabajo manual y de la maquinaria.
Sin embargo, hace falta integrar todas esas innovaciones para orquestar «una cadena realmente eficiente como conjunto», lo que para Molina representa uno de los grandes retos del sector agroalimentario, junto al encaje de la oferta y la demanda de los productos.
«Las compañías tecnológicas tenemos que innovar y desarrollar tecnología que sea asequible, genere valor y sea fácil de usar», asegura el CEO de Hispatec, que pone de ejemplo la necesidad de mejorar la inteligencia artificial en ámbitos como la relación con las máquinas, la automatización de los procesos y la interpretación de los datos.
Asegura que, desde el punto de vista de la transformación digital, van más adelantados los productos más perecederos, con más competencia de mercado y menos ayudas, entre los que están las frutas y hortalizas y los cárnicos, puesto que afrontan una «carrera contrarreloj» por llegar al mercado en las mejores condiciones.
Un entorno diverso
Hispatec trabaja en más de 30 países de climas, legislaciones, cultivos y culturas alimentarias muy diferentes, si bien Molina considera que, además de capacidad de adaptación, cuentan en España y en Europa con una «cultura agroalimentaria bastante exigente que ha permitido ir a muchos países reutilizando una parte importante del conocimiento adquirido».
«Estamos en ese proceso en el cual tratamos de poner desde la tecnología datos, pantallas e informes consumibles fácilmente para que quien tome decisiones tenga el análisis muy masticado y digerible», asegura el CEO.
Califica de «pequeños grandes héroes» a los agricultores y ganaderos a quienes se les pide ser «expertos en economía, química, comercialización, tecnología de los alimentos, hidráulica y unas cuántas cosas más», y a quienes la tecnología puede ayudar en esas tareas.
Retos pendientes
A las administraciones les reclama «visión de futuro, mayor simplificación y más empatía» con el sector primario ante retos como el cambio climático, la competencia en los mercados «muchas veces desleal» y la falta de agua y de mano de obra en el campo y en la industria agroalimentaria.
Frente a este último problema, Molina sostiene que hay que «acelerar el desarrollo de tecnologías y máquinas que reemplacen a los humanos, ya que hay pocas personas dispuestas a trabajar en entornos laborales repetitivos y duros».
Insta a lograr un «equilibrio» entre la geopolítica, la sostenibilidad ambiental, la transición energética y la eficiencia económica, así como a afrontar el reto demográfico «dando trabajos dignos y en condiciones atractivas en las zonas rurales».
El directivo de Hispatec anima a los jóvenes a trabajar en el sector agroalimentario, que debe alimentar a la población y desarrollar su actividad de manera sostenible, «grandes retos de la Humanidad por resolver donde hay mucha tecnología que aplicar», un proceso que apenas ha comenzado.