Los avances de producción de hortalizas de la cosecha 2022, con datos aún «muy preliminares», según Agricultura, prevén una subida del 0,8 % en tomate de recolección enero-mayo (800.400 toneladas), un descenso del 5,3 % en calabacín (630.600 toneladas) y un alza del 6 % en berenjena (282.700 toneladas).
También prevé ligeras subidas en champiñón (150.000 toneladas, +0,8 %) y otras setas (17.200 toneladas, +1,1 %), así como otras más abultadas en apio (119.300 toneladas, +7,4 %), puerro (82.400 toneladas, +6,2 %), zanahoria (23.800 toneladas, +7,7 %) y, sobre todo, de rábano (5.900 toneladas, +73,8 %).
En contraste, las primeras estimaciones de escarolas alcanza las 78.000 toneladas (-7,4 %) y la de judías verdes con vaina en 51.700 toneladas (-5,1 %).
De fresa y fresón, la estimación es de 356.300 toneladas (-1,2 %), la de frambuesa, de 46.600 toneladas (-4,7 %) y la de plátano canario, de 399.400 toneladas (-4,3 %).